jueves, enero 10, 2013

Notas rapidas

La miro y sonrío, y muero, y resucito. La escucho y una hora se convierte en un minuto. Un minuto eterno como arder en el infierno al verla partir, sentir que todo acaba al alejarme de su cara, de esos labios mentirosos que me embaucaron como a un tonto, de esos besos cálidos como tormenta de verano... Con su partida, las sonrisas se marchitan y el alcohol, que fue elixir, se convierte en un veneno que me roba los recuerdos y el futuro. Un futuro oscuro, en el que su ausencia siembra de dudas la existencia,  una vida, en la que las palabras ya no calman y que inundada por las lágrimas, se pudre lentamente mientras el viento arrastra el ultimo pensamiento...

"Nuestras virtudes son, a menudo, hijas bastardas de nuestros vicios"(Friedrich Hebbel)