Melancólico, demacrado, solo, así estaba el anciano cuando murió. Lo había perdido todo. Por no seguir sus pasos, por vivir la vida de otros en lugar de la suya. Por no ser el mismo, porque se convirtió en una sombra de lo que quería ser. No fue capaz ni de perdonarse a si mismo antes de su muerte. Murió solo, sin amor, sin esperanzas, derrotado, su vida le había vencido y ahora dejaba que la muerte también le venciese. Pero no podía hacer nada, y lo único que hizo cuando llego su hora fue sonreírle a la muerte, y perdonarla porque por lo menos le había concedido su último deseo, morir igual que había nacido, fracasado.
"Un fracasado es un hombre que ha cometido un error pero que no es capaz de convertirlo en experiencia"(Hubrard)
Salu2
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