domingo, junio 20, 2004

Mentiras Piadosas

Entré en la cafetería y me senté en una mesa, mientras tomaba mi café y leía unos apuntes noté como la chica sentada un par de mesas más alla no me quitaba el ojo de encima. Cuando la miraba sonreía, yo le correspondía. Cuando me disponía a abandonar el local le deje una servilleta con mi número apuntado, cual fue mi sorpresa al pasar por delante del cristal tras el cual estaba su mesa y la vi limpiandose con mi servilleta y tirandola a la basura. Ella se lo había tomado como un perverso juego de seducción y derribo. Después de sopesar todas las opciones de venganza, llegué a la conclusión de que no merecía la pena, nunca llegaría a saber que le había dado un número completamente falso dado que conocía sus intenciones debido a mis anteriores visitas a dicha cafetería.

"Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón."(Jorge Luis Borges)

"En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre."(Nietzsche)

Salu2

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